El proyecto “Implementación de proyectos de deconstrucción selectiva” surge de la oportunidad identificada al actuar en el proceso de venta de productos y servicios en el contexto de la deconstrucción de edificios, en una perspectiva de economía circular combinada con el sector de la construcción.

En una primera fase, se pretende demostrar a los agentes implicados que la deconstrucción selectiva de edificios es un activo económico, social y medioambiental. Posteriormente, con el seguimiento del proyecto, se espera implementar esta actividad como algo común e indispensable al final de la vida útil de un edificio o cuando exista la necesidad de transformar algún edificio.

El Portal de la Construcción Sostenible ya está desarrollando un modelo que se ajusta a la realidad portuguesa para la deconstrucción de edificios y que demuestra materiales y productos reutilizables que pueden ser valorados. Tras conquistar los resultados sobre el valor añadido de la deconstrucción y difundir estos mismos resultados, sea a los municipios o mediante acciones formativas a profesionales, se pretende que la presentación de un “proyecto de deconstrucción” con las piezas escritas y dibujadas venga a ser requerido por los ayuntamientos, conduciendo arquitectos y otros diseñadores a contemplar esta previsión en sus proyectos. Esto dará lugar a que los fabricantes y / o comerciantes de productos de construcción los adapten para este fin. En un futuro próximo, el impacto esperado es que este proceso sea inherente a cualquier proceso de nueva construcción, demolición y / o rehabilitación de un edificio en Portugal.

Para ello, a partir de las investigaciones realizadas sobre el tema en otros países, concretamente en Alemania, Dinamarca y Holanda, y de la experiencia de los técnicos del área en la que dependía, se enumeró un conjunto de 10 estrategias para la deconstrucción de edificios, que servirá de base para la redacción detallada de un manual de deconstrucción de edificios, en esta nueva fase.

Estas estrategias ya se están difundiendo entre los profesionales del sector (arquitectos e ingenieros civiles) a través de acciones formativas ya realizadas: dos en Lisboa, y previstas (hasta junio): dos en el norte del país y otra en Lisboa.

CONTRIBUCIÓN EN EL CONTEXTO DE LA ECONOMÍA CIRCULAR

El sector de la construcción es uno de los sectores destacados en PAEC, debido al uso intensivo de recursos primarios, la baja productividad de los materiales y el bajo nivel de circularidad que el sector tiene en Portugal. Este proyecto tiene como objetivo final contrarrestar esta tendencia. Las áreas clave de aplicación se refieren a la rehabilitación, construcción y demolición de edificios, la reutilización de materiales y componentes de construcción, las soluciones constructivas y valorización de materiales, desde una perspectiva inherente a cualquier proyecto de construcción, rehabilitación o demolición de edificios.

La implementación de proyectos de deconstrucción en edificios permite cerrar el ciclo de productos utilizados en el edificio. Un ciclo cerrado, similar al modelo «cradle to cradle», es una analogía con el metabolismo biológico presente en la naturaleza, donde los «desperdicios» se transforman en «alimentos». También conocido como metabolismo técnico, este ciclo sin fin convierte los residuos reutilizados y reciclados en «nutrientes» (en nuevos materiales o usos) para nuevos edificios. Al fomentar la reutilización y el reciclaje, los convierte en nuevos recursos, reduciendo la necesidad de producir nuevos productos utilizando materias primas, aumentando así la incorporación de residuos en nuevos materiales, generando ahorros.

Los objetivos generales de este proyecto se centran en: la identificación de los beneficios sociales, económicos y ambientales de la deconstrucción como una alternativa viable a la demolición; la eficiencia del proyecto de deconstrucción como estrategia para cerrar el ciclo de construcción; la creación y reproducción de un modelo que sea parte integral de cualquier proceso de licenciamiento para la construcción, rehabilitación y demolición de edificios. Estos objetivos se encuadran en los diferentes niveles de actuación del PAEC, ya que pretende contribuir a incrementar la reutilización de productos, reducir la producción de residuos y contribuir al diseño de productos con múltiples vidas útiles (menos obsolescencia), una vez que el foco está siempre en la reutilización y recuperación en detrimento de nuevos productos elaborados a partir de materias primas vírgenes. Involucrando a los municipios, a través de los ejemplos de dos casos reales de deconstrucción de edificios y mediante acciones de sensibilización y formación, el proyecto está colaborando en el desarrollo de pautas de actuación local.

Se estima que más de 50% de los residuos sólidos generados por el conjunto de actividades humanas proviene de la construcción (CIB). Cerrar el ciclo de construcción, a través de la implementación de proyectos de deconstrucción, aumentará el ciclo de vida de las materias primas; se reducirá el costo de materiales (cuando esta cadena está madura) y se reducirá la energía incorporada y las emisiones de carbono de la industria de la construcción.

En consecuencia, se reducirá el impacto ambiental generado, además de crear valor en la cadena productiva en varios niveles a través de:

  • Diseño / rediseño “circular” de productos y procesos: generará un proceso menos intensivo en recursos, dando prioridad a materiales renovables y no peligrosos, así como la reutilización de materias primas recuperadas;
  • Los edificios se volverán más adaptables y más fáciles de reutilizar, lo que permitirá la “modularización”de los componentes para facilitar el desmontaje y la recuperación;
  • Las aplicaciones útiles de subproductos y residuos, junto con esquemas tales como etiquetas ecológicas o declaraciones ambientales de productos, se definirán mas adelante;
  • Tendencia de las empresas a optar por modelos de producción más eficientes (reducción del consumo de materias primas y energía), sistemas de red más eficientes en el uso y productividad de los recursos (por ejemplo, movilidad eléctrica unida a la logística);

Nuevos modelos comerciales centrados en el mantenimiento, reparación, reacondicionamiento y remanufactura de productos: reciclaje descendente (proceso de conversión de residuos en nuevos materiales o productos de menor calidad / funcionalidad reducida) o reciclaje ascendente («reutilización creativa», proceso de conversión de residuos en nuevos materiales o productos con mayor valor agregado) – y sistemas eficientes de recolección asociados e e iniciativas para combatir la obsolescencia;

  • Estrategias de negocios entre entidades que colaboran en el uso eficiente de los recursos para mejorar su desempeño económico conjunto, con consecuencias positivas para el sistema natural;
  • Sensibilización y participación social, reconociendo la importancia y necesidad de actuar también en el campo del aprendizaje y la concienciación de la sociedad civil, incluyendo, por ejemplo, el desarrollo de programas curriculares, materiales didácticos, acciones de información, talleres y otros recursos que apoyen la concienciación para lo uso eficiente de recursos, desde la desmaterialización hasta la extensión del ciclo de vida, el consumo eficiente y el “cierre del ciclo” de los recursos;

Con la finalización de este proyecto, no solo se influirá a los profesionales del sector, sino el público en general, contribuyendo a la educación de los ciudadanos para la elección de bienes y servicios con conciencia ambiental.

El protocolo de la UE sobre RCD contiene un conjunto relevante de directrices que tiene como objetivo mejorar su gestión en su totalidad, al tiempo que impulsa el reciclaje y la reutilización de estos materiales. Los países de la UE podrán beneficiarse de las oportunidades que ofrece el mercado pan-europeo de RCD, valorado en alrededor de 7.500 millones de euros, lo que refleja los enormes impactos económicos y sociales que genera la gestión y el reciclaje de este tipo de residuos en sus economías internas, entre otros, creando miles de nuevos puestos de trabajo.

La UE tiene la intención de que, para 2020, se alcance el objetivo de una apreciación del 70% de los RCD. Por lo tanto, aumentar y fortalecer la confianza en los materiales RCD es esencial a lo largo de toda la cadena de valor y requiere la participación de diferentes partes interesadas, desde los operadores de gestión de residuos hasta las empresas de construcción, los fabricantes de materiales de construcción y entidades públicas a nivel local, regional y nacional.

Este trabajo también prevé la implicación de universidades e institutos politécnicos a través de acciones de sensibilización de los estudiantes en cursos relacionados con el sector de la construcción, con el fin de influir en los futuros tomadores de decisiones. También se espera contar con el aporte de investigadores universitarios para la redacción de dos manuales, difundiéndolos entre la comunidad estudiantil y científica. La colaboración de editoriales y gráficas, para la dinamización y difusión de la información son imprescindibles.

Al cumplir con los objetivos y metas definidos en PAEC, el proyecto debe ser visto como una ventaja económica y de sustentabilidad, que genera beneficios en el mediano-largo plazo, tanto para quienes practican lo que se promueve, como para la comunidad en general.

CONTRIBUCIÓN A LOS OBJETIVOS DE DESARROLLO SOSTENIBLE

Entre los 17 objetivos marcados por la ONU hasta 2030, este proyecto tendrá sus aportes, concretamente en lo que respecta a:

  • Reducción sustancial de la producción de residuos a través de la prevención, reducción, reciclaje y reutilización, ya que la prevención se aborda por completo en este proyecto, mediante la creación de un proyecto de deconstrucción con miras a valorar los materiales y componentes de los edificios al final de su vida útil;
  • Divaca el crecimiento económico de la degradación medioambiental, ya que al impulsar nuevos mercados y nuevos servicios en el ámbito de los RCD, está generando ahorros de forma sostenible;
  • La producción y el consumo en esta área tienden a ser más sostenibles, ya que el mercado de RCDs será ampliamente valorado, al mismo tiempo que se sensibiliza y se educa para un consumo más sostenible de materiales de construcción;
  • Asegura estándares de producción y consumo sostenibles de materiales de construcción. La implementación de proyectos de deconstrucción incidirá en todo el sector en una perspectiva de nuevos hábitos de consumo y producción sostenible, en lo que respecta a los materiales de construcción.
  • Reducción de emisiones contaminantes, ya que al estimular la reutilización de edificios al final de su vida útil y valorar los materiales existentes, se evitarán emisiones en la fabricación y transporte de nuevos productos y en la construcción de nuevos edificios;
  • Será un incentivo para que las empresas, especialmente las de materiales y productos para la construcción, adopten prácticas sustentables e integren información sobre sustentabilidad en el desarrollo de nuevos productos;
  • Alienta el establecimiento de asociaciones multisectoriales, con el fin de compartir conocimientos, experiencia, tecnología y recursos;
  • Fortalece la investigación científica, impulsando el aumento del número de trabajadores en el área de investigación y desarrollo.

En consecuencia, la conciencia de la reutilización y no la eliminación de materiales y componentes para la construcción, aumentará la conciencia ambiental para el uso de envases reutilizables o plásticos biodegradables y / o compostables.

Al informar las características en cuanto a la reutilización o reciclaje de los materiales utilizados, en un proyecto de deconstrucción, se está reduciendo inmediatamente el uso de materiales derivados del petróleo, ya que son materiales sin mercado para su reciclaje.

Portal de la Construcción Sostenible, Septiembre 2018

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